La región de Lago Verde no es una zona muy montañosa, las montañas más elevadas están al norte, la cordillera de Crestanevada. Sin embargo hay otras pequeñas montañas, altos y montes que hay que destacar.
La zona elevada más sureña, situada no muy al norte del poblado de Vran, es la de los Altos de Toskir. Se trata de una serie de pequeños montes unidos unos con otros por pequeños montículos de piedras y polvo. No es una zona muy densa en vegetación y son pocos los árboles que crecen en sus secas tierras.
Estos montes reciben el nombre de Toskir por la raza de seres trasgoides que viven en ellos pues ninguna otra raza "civilizada" se ha atrevido nunca ha vivir en una zona tan poco fructífera. Estos seres tienen pequeñas moradas situadas en multitud de cuevas y agujeros repartidos a lo largo de los Altos. Están divididos en varios clanes y por eso nunca han supuesto una amenaza para las poblaciones humanas cercanas a los Altos, como podría ser la propia Vran.
Sin embargo, cada cierto tiempo surge un caudillo trasgo que une a todas los clanes Toskir y se dispone a atemorizar los alrededores. Por suerte para la raza humana, y la paz en general, dicho caudillo no suele durar mucho, pues los celos por el poder en los Toskir suele causar estragos como la misma muerte del caudillo de forma casi siempre "accidental".
El monte más importante de los Altos de Toskir es el de Grish'sul, que significa Gran Grish en la lengua de los trasgos. Se dice que ahí está enterrado el caudillo y héroe más importante de los Toskir, ahora ascedido a una divinidad, el gran dios de la sangre Grish. Sea cierto o no, los trasgos mantienen la única estructura fuera de una cueva en ese monte, un rudimentario templo de piedra negra, pulido de forma ruda por los "artesanos" trasgoides. Pocos han sido los valientes que han podido ver esa estructura, al menos los que han vivido para contarlo, puesto que los Toskir realizan rituales y sacrificios siempre que pueden a su repugnante dios.
Igualmente pocos también son los que viajan por esas tierras, aventureros desesperados o mercaderes perdidos. La mayoría de gente suele pasar rápido por el camino de comercio al llegar por la zona cercana a los Altos, pues muchas veces son objeto de saqueo no sólo por parte Toskir, sino por algunas bandas de bandidos que ocasionalmente se esconden en la falda o cueva abandonada de los montes cercanos.
Por último remarcar, que se dice que existen ruínas antiguas en la profundidad de las cuevas de los Toskir, pero ni ellos mismos se atreven a ir tan profundo por miedo a despertar algo que ellos llaman Klack-dish, la muerte metálica....
La zona elevada más sureña, situada no muy al norte del poblado de Vran, es la de los Altos de Toskir. Se trata de una serie de pequeños montes unidos unos con otros por pequeños montículos de piedras y polvo. No es una zona muy densa en vegetación y son pocos los árboles que crecen en sus secas tierras.
Estos montes reciben el nombre de Toskir por la raza de seres trasgoides que viven en ellos pues ninguna otra raza "civilizada" se ha atrevido nunca ha vivir en una zona tan poco fructífera. Estos seres tienen pequeñas moradas situadas en multitud de cuevas y agujeros repartidos a lo largo de los Altos. Están divididos en varios clanes y por eso nunca han supuesto una amenaza para las poblaciones humanas cercanas a los Altos, como podría ser la propia Vran.
Sin embargo, cada cierto tiempo surge un caudillo trasgo que une a todas los clanes Toskir y se dispone a atemorizar los alrededores. Por suerte para la raza humana, y la paz en general, dicho caudillo no suele durar mucho, pues los celos por el poder en los Toskir suele causar estragos como la misma muerte del caudillo de forma casi siempre "accidental".
El monte más importante de los Altos de Toskir es el de Grish'sul, que significa Gran Grish en la lengua de los trasgos. Se dice que ahí está enterrado el caudillo y héroe más importante de los Toskir, ahora ascedido a una divinidad, el gran dios de la sangre Grish. Sea cierto o no, los trasgos mantienen la única estructura fuera de una cueva en ese monte, un rudimentario templo de piedra negra, pulido de forma ruda por los "artesanos" trasgoides. Pocos han sido los valientes que han podido ver esa estructura, al menos los que han vivido para contarlo, puesto que los Toskir realizan rituales y sacrificios siempre que pueden a su repugnante dios.
Igualmente pocos también son los que viajan por esas tierras, aventureros desesperados o mercaderes perdidos. La mayoría de gente suele pasar rápido por el camino de comercio al llegar por la zona cercana a los Altos, pues muchas veces son objeto de saqueo no sólo por parte Toskir, sino por algunas bandas de bandidos que ocasionalmente se esconden en la falda o cueva abandonada de los montes cercanos.
Por último remarcar, que se dice que existen ruínas antiguas en la profundidad de las cuevas de los Toskir, pero ni ellos mismos se atreven a ir tan profundo por miedo a despertar algo que ellos llaman Klack-dish, la muerte metálica....